Es complicado seguir todas las tramas de Lost, pero la mayoría de seguidores conocen al enigmático Benjamin Linus: cuando era joven, gaseó a su padre hasta la muerte junto al resto de la Iniciativa Dharma y como padre, provocó a un mercenario hasta que disparó en la cabeza a su hija. ¿Es un hombre despiadado? Sí. ¿Es un piscópata? Michael Emerson cree que no.
"Pienso en Ben como un hombre cuya misión y responsabilidades son tan importantes que no se puede permitir a sí mismo demasiada humanidad", dice Emerson del papel que este año le ha reportado su segunda nominación al Emmy como actor secundario. "Es frío porque cualquier indicio de cordialidad lo hace vulnerable ante sus enemigos, que ya sabemos que son poderosos y temibles. Es un único hombre frente a un ejército de monstruos".
Emerson no racionaliza, pero excavar en la filosofía de su personaje es lo único que este actor de 54 años ha podido hacer para mentener su cabeza visible en este increíble drama. Después de una cuarta temporada de resurrección, Lost vuelve a optar al Emmy como mejor serie de drama después de dos años ausente de la categoría.
Hasta ahora, Emerson se ha tenido que acostumbrar al secretismo, a la llegada de los guiones a última hora y a no saber qué sucederá después. No sabe quien son esos "monstruos", si hay alguno por el que empezar, ni el destino de su personaje cuando Lost regrese en enero de 2009. "Las cámaras empiezan a rodar el lunes", decía, relajado con un traje de lino en la azotea de la oficina de su manager en los Ángeles, a principios de mes. "Te garantizo que no tendré el guión hasta el domingo". Aunque las ideas nunca se detienen. "No sé cómo duerme Ben", dice. "Muy poco, supongo".
Este tipo de elementos son los que convencieron a los productores ejecutivos Carlton Cuse y Damon Lindelof para convertir un personaje de tres episodios en uno regular. Llamaron a Emerson para interpretar al adversario de los náufragos habiendo visto su papel como asesino en serie en The Practice, por el que obtuvo un Emmy en 2001, y decidieron mantenerlo cuando reveló que era uno de los Otros a mitad de la segunda temporada.
"Fue cuando dijo, ¿tienes un poco de leche? después de aquella revelación. Hay algo increíblemente desestabilizador en sus ojos", dice Lindelof. "Solíamos ser muy específicos en nuestros guiones pero ahora escribimos para que Ben vuelva a mirar con esos ojos". "Michael siempre se sorprende con el material que le damos. Toma interesantes decisiones que, como guionista, son muy inspiradoras", añade Cuse. "Somos como niños en Navidad esperando a ver sus actuaciones".
Ha sido un largo camino hasta llegar a la series de televisión para Emerson, este nativo de Ohio que estudió teatro en la universidad, pero se pasó casi una década como ilustrador, un negocio familiar. Volvió a actuar de verdad cuando pasaba de los 30 años, haciéndose camino desde el teatro de su comunidad hasta los escenarios de Broadway, donde apareció en los reestrenos de The Iceman Cometh y Hedda Gabler.
"El teatro es mi primer amor. No sé cómo acabé en televisión, si te digo la verdad", dice. Interpretar a Ben lo ha mantenido interesado. A diferencia de algunos espectadores, que se desilusionaron entre la segunda y la tercera temporada, Emerson nunca ha perdido la fe en los guionistas. "La gente quería que todo el libro fuera como el primer capítulo. Pero la agenda de nuestros guionistas es mucho más amplia", dice, añadiendo que el anuncio de un final para la serie en mayo de 2010 fue "como lanzar el guante".
"Notas el cambio esta temporada. La urgencia, la velocidad. Las cosas se vuelven oscuras, más violentas, más concisas. Las posibilidades de narración son incomparables ahora mismo". Y eso podría hacer que la victoria en los Emmy fuera más dulce. "Me sentiría bien", dice Emerson. "Sería lo único que superaría el hecho de mover una Isla tu solo".
Emerson no racionaliza, pero excavar en la filosofía de su personaje es lo único que este actor de 54 años ha podido hacer para mentener su cabeza visible en este increíble drama. Después de una cuarta temporada de resurrección, Lost vuelve a optar al Emmy como mejor serie de drama después de dos años ausente de la categoría.
Hasta ahora, Emerson se ha tenido que acostumbrar al secretismo, a la llegada de los guiones a última hora y a no saber qué sucederá después. No sabe quien son esos "monstruos", si hay alguno por el que empezar, ni el destino de su personaje cuando Lost regrese en enero de 2009. "Las cámaras empiezan a rodar el lunes", decía, relajado con un traje de lino en la azotea de la oficina de su manager en los Ángeles, a principios de mes. "Te garantizo que no tendré el guión hasta el domingo". Aunque las ideas nunca se detienen. "No sé cómo duerme Ben", dice. "Muy poco, supongo".
Este tipo de elementos son los que convencieron a los productores ejecutivos Carlton Cuse y Damon Lindelof para convertir un personaje de tres episodios en uno regular. Llamaron a Emerson para interpretar al adversario de los náufragos habiendo visto su papel como asesino en serie en The Practice, por el que obtuvo un Emmy en 2001, y decidieron mantenerlo cuando reveló que era uno de los Otros a mitad de la segunda temporada.
"Fue cuando dijo, ¿tienes un poco de leche? después de aquella revelación. Hay algo increíblemente desestabilizador en sus ojos", dice Lindelof. "Solíamos ser muy específicos en nuestros guiones pero ahora escribimos para que Ben vuelva a mirar con esos ojos". "Michael siempre se sorprende con el material que le damos. Toma interesantes decisiones que, como guionista, son muy inspiradoras", añade Cuse. "Somos como niños en Navidad esperando a ver sus actuaciones".
Ha sido un largo camino hasta llegar a la series de televisión para Emerson, este nativo de Ohio que estudió teatro en la universidad, pero se pasó casi una década como ilustrador, un negocio familiar. Volvió a actuar de verdad cuando pasaba de los 30 años, haciéndose camino desde el teatro de su comunidad hasta los escenarios de Broadway, donde apareció en los reestrenos de The Iceman Cometh y Hedda Gabler.
"El teatro es mi primer amor. No sé cómo acabé en televisión, si te digo la verdad", dice. Interpretar a Ben lo ha mantenido interesado. A diferencia de algunos espectadores, que se desilusionaron entre la segunda y la tercera temporada, Emerson nunca ha perdido la fe en los guionistas. "La gente quería que todo el libro fuera como el primer capítulo. Pero la agenda de nuestros guionistas es mucho más amplia", dice, añadiendo que el anuncio de un final para la serie en mayo de 2010 fue "como lanzar el guante".
"Notas el cambio esta temporada. La urgencia, la velocidad. Las cosas se vuelven oscuras, más violentas, más concisas. Las posibilidades de narración son incomparables ahora mismo". Y eso podría hacer que la victoria en los Emmy fuera más dulce. "Me sentiría bien", dice Emerson. "Sería lo único que superaría el hecho de mover una Isla tu solo".
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