11 de noviembre de 2007

LA TELEVISIÓN ESTÁ MURIENDO



El co-creador, productor y guionista de Lost, Damon Lindelof, ha publicado en el New York Times un artículo donde habla sobre la huelga y el futuro de la televisión. No tiene ningún desperdicio, os lo aseguro:


La Televisión está muriendo.

Debí darme cuenta de esto hace cuatro años, cuando compré mi primer TiVo, pero la negación es siempre el primer paso del dolor. Simplemente no pude reconocer que este gran invento era el heraldo del principio del fin.

TiVo almacena tus películas favoritas y las muestra en sus discos duros, permitiéndote conseguir el episodio de la noche anterior de “The Daily show” tan fácil como hacer click y abrir documentos en tu ordenador. De hecho, una vez descargas la emisión – perdón, quise decir “grabarla” – puedes verla cuando quieras. Al día siguiente. Al año siguiente. Tú decides. ¿Por qué no? El capítulo es tuyo.

Y lo mejor, lo tenias gratis.

La televisión siempre ha sido gratis. Claro que si quieres todos los partidos de la NFL en alta definición, tienes que pagar derechos, pero aún así las redes de difusión ofrecen toda su programación absolutamente gratis. El único problemas, por supuesto, es que tienes que aguantar anuncios. Económicamente, es un trato justo. Las redes pagan por los espectáculos, se los da a los espectadores y gana dinero a través de la publicidad. Lo que lamentablemente nos lleva a lo más estupendo del TiVo: te permite hacer caso omiso de los anuncios manteniendo el sistema en funcionamiento.

El 20% de los hogares americanos tienen discos duros que almacenan películas y programas de televisión indefinidamente y te permite adelantar los anuncios. Estos dispositivos probablemente proliferarán significativamente y pronto, casi todo el mundo los tendrá. Además se harán cada vez más pequeños, convirtiendo a la caja que los contiene obsoleta y la pantalla de tu salón no será más una televisión, será un ordenador. Y por la parte de atrás de ese ordenador, el cable que te trae todo lo que ves. No será por cable, será Internet.

Probablemente, esto suena excitante si eres un telespectador, pero si estás en el negocio de producción de estos programas, es cuanto menos aterrador. Así es como la gente del vaudeville debió sentirse la primera vez que vio una película muda; sentados allí, de repente se darían cuenta de que estaban extintos: después de todo, ¿quieres ver otro número en el que se enseñan los zapatos cuando puedes ver a Harold Lloyd colgado de un reloj a 15 metros de altura?

El cambio siempre provoca mierdo, pero una vez pensé que la muerte de nuestra querida televisión unificaría a los afectados, talentos y estudios, creadores y equipos. Todos estamos preocupados y deberíamos estarlo junto. En lugar de eso, nos encontramos profundamente divididos.

La Asociación de Guionistas Americanos (de la que soy miembro orgulloso) ha ido a la huelga. He pasado la última semana en un piquete en los Estudios Walt Disney, mi empresa, coreando consignas y paseando lentamente a lo largo de la barricada.

El motivo de esta drástica acción – y una huelga es drástica, un hecho del que cada vez somos más conscientes día a día – es el deseo del gremio de una parte de los derechos derivados de Internet. No es nada nuevo: durante más de 50 años, los guionistas tienen derecho a una pequeña porción de los beneficios de los estudios de la reutilización de nuestras series o películas; siempre que sea algo que creamos en el sindicato y se venda en DVD, recibimos derechos. Pero los estudios rechazan aplicar las mismas reglas a Internet.

Mi serie, “Lost” ha sido descargada ciento de millones de veces desde que está disponible en la web de la ABC. Las descargas requieren que el espectador vea primero un anuncio, del cual la distribuidora obviamente, obtiene algún beneficio. Los guionistas del episodio no obtienen nada. También es un éxito en iTunes (donde la serie se vende por 1.99$ cada uno). De nuevo, no obtenemos nada.

Si la huelga se alarga más de tres meses, toda una temporada de televisión terminará en diciembre. No habrán dramas. Ni comedias. Ni “Daily Show”. La huelga tambien impedirá que hayan pilotos a principios de primavera, asi que incluso si la huelga se resuelve en ese momento, no veríais ninguna serie nueva hasta el próximo Enero. Como en 2009. Ambos, la asociación y los estudios estamos negociando sobre esto, con solo una cosa de acuerdo: esta situación podría ser brutal.

Probablemente, terminaré arrastrándome por las calles y con fotos mías quemadas si los fans tienen que esperar otro año para la vuelta de “Lost”. ¿Y quién podría culparles? El sentimiento general puede inclinarse hacia la asociación en este momento, pero cuando la audiencia haya pasado un mes aguantando con “America’s Next Hottest Cop” y “Celebrity Eating Contest” tengo pocas dudas de que la opinión se vuelva contra nosotros. Lo que me lleva a la segunda etapa del duelo: la rabia.

Estoy enfadado porque me han acusado de ser codicioso por los estudios que lo están siendo. Estoy enfadado porque mi codicia es justa y razonable: si el dinero se obtiene por mis productos a través de Internet, entonces tengo derecho a una pequeña porción. La codicia de los estudios , por otra parte, se esconde tras de declaraciones cinicas y falsas que dicen que no sacan nada de la web – que descarga de nuestras series es puramente “promocional”. ¿En serio?

Sobre todo, estoy enfadado por que no estoy trabajando. No trabajar significa que no me pagan. Mi salario semanal es considerablemente mayor que el pequeño porcentaje de las ganancias de Internet que esperamos obtener con estas negociaciones y si estoy en los piquetes durante 3 meses, nunca me recuperaré de esas pérdidas, no importa los acuerdos a los que se lleguen.

Pero estoy dispuesto a mantenerme firme por más de tres meses porque ésta es una lucha por la subsistencia de las futuras generaciones de guionistas, cuyo trabajo nunca se emitirá, pero en cambio será distribuido, emitido o borrado de un pequeño chip.

Las cosas se han puesto feas y la comunicación se ha roto por completo entre la asociación y los estudios. Por supuesto no es demasiado tarde, creo, para que ambas partes se pongan de acuerdo en la única cosa que tenemos en común: nuestro duelo por la manera en que solian ser las cosas. En lugar de luchar los unos contra los otros, tal vez deberíamos lanzar una advertencia sobre nuestra querida televisión.

Porque el tercer paso del duelo es el dolor.

Y debemos sentirlo, porque cuando la televisión finalmente se acabe, aún existirá el entretenimiento; todavía habrán series y películas y videos, ahí mismo en la pantalla de tu salón. Y como los propietarios de los teatros vaudeville se arruinaron y compraron cámaras accionadas por manivela, los estudios deberán idear la manera de seguir haciendo indecentes cantidades de dinero emitiendo en cualquier tipo de pantalla.

Y los guionistas seguiremos escribiendo cada palabra.

Traducido por jshepard


1 comentario:

Anónimo dijo...

Creo que los espectadores americanos, si realmente disfrutan de las series, deberían solidarizarse con sus creadores y guionistas e 'ir' también a la huelga. Me explico, dejar de ver la tele. A ver que les parece no tener audiencia! Los guionistas se esfuerzan en mantenernos entretenidos con series y películas, es el momento de que les devolvamos el favor, a los piquetes!