Éste es un artículo extraido de L. A. Times que habla sobre la huelga de guionistas del 1 de Noviembre:
En caso de que hayáis ignorado el creciente pánico que ha surgido en torno a Hollywood: las cadenas y estudios han estado negociando un nuevo contrato con la unión de representantes de los guionistas de televisión y cine, y... digamos que no ha salido muy bien.
Si ocurriese, un parón puede causar más daño que la infame huelga de escritores de 1988, lo que los académicos y otros expertos han caracterizado como una gran pérdida. En su día, cientos de personas paralizaron su trabajo durante más de 5 meses, y se estima que provocó una pérdida para la industria de 500 millones de dólares.
El negocio de la televisión ha cambiado mucho desde entonces, de una forma que podría hacer que hoy por hoy el parón fuese menos digestible. Incluso un parón de un solo minuto.
De cualquier forma, el propio Sindicato de Escritores de América no está llegando a un acuerdo con la Alianza de productores del Movimiento de Cine y Televisión, con las partes divididas en temas como separar los ingresos de cualquier producto nuevo y cualquier reality que deberían ir juntos. Como conclusión de las reuniones del Jueves, la AMPTP publicó un informe sobre los lanzamientos que decía “un montón de pistas falsas e información irrelevante sobre financiación.” El gremio ha publicado unas declaraciones en las que tachaba de “no serios” al grupo de productores. Si todos los miembros lo aceptan, el gremio podría llamar al parón el 1 de noviembre.
Esa es la razón por la que en las últimas semanas, los negocios de la televisión – cadenas, estudios, escritores, agentes, managers y cualquier otro – se han empezado a ponerse nerviosos. Algo que parecía hipotético hace unas semanas se ha convertido en una peligrosa realidad.
Muchos economistas están señalando a EEUU como algo del calibre de la depresión de los años 20, así que no es de sorprenderse que esta inquietud esté teniendo consecuencias ya. Cuando los trabajadores de Chrysler hicieron un parón de 6 horas la semana pasada, algunos bromistas lo definieron como un “Parón Hollywoodiense” – o sea, que era solo para espectáculo.
Muchos de los veteranos de la televisión desean que la negociación de los escritores pueda encontrar una solución en Hollywood también. Este problema puede que necesite más tiempo para solucionarse de que se necesita para ver “The starter wife”.
Los estudios están intentando rodar tantos episodios como puedan de sus exitosas series antes del parón. Los creadores de Héroes de la NBC y Ugly Betty de la ABC han estado trabajando como locos, con varias unidades rodando dos episodios a la vez. “El estudio quiere conseguir tanto material como pueda por ahora, pero no podemos escribir más rápido de lo que ya lo hacemos” me dijeron Carlton Cuse y Damon Lindelof en un email que me escribieron (Cuse es el miembro número 17 del sindicato).
Algunas series de las que tiene ratings más pobres – como Journeyman de la NBC o Cane de la CBS, han recibido órdenes extra de guiones.
No se está hablando de manera oficial sobre los planes de huelga. Pero casi todo el mundo está de acuerdo que en el momento que se acaben los guiones de los episodios restantes (sobre mitad de enero), las horas de prime time cambiará rápidamente en las dos ‘R’, realities y repeticiones. Los realities shows no usan el talento del gremio, cosas como “American Idol” y “Dancing with the Stars” es la prueba.
También puede que haya más tiempo para los deportes. Y tras desaparecer casi completamente de las parrillas, los noticiarios puede que vuelvan a su estilo normal.
Quizás, lo más importante es que si la huelga dura más de unas semanas, la temporada piloto (cuando las cadenas empiezan el proceso de producir nuevas series para la temporada 2008-2009) será toda una confusión. Las cadenas están ya apostando por pilotos tempraneros.
De hecho, la huelga de 1988 nos puede dar alguna pista de lo que puede pasar. Entonces, algunas series se perdieron en el olvido, como “48 Horas” o “Luz de Luna”, que nunca se recuperaron. Y algunos trataron de hacer frente a la situación, como NBC con "Late Night With David Letterman".
Pero el pasado puede no ser demasiado fiable para el día de hoy. El negocio de la television ha cambiado bastante desde 1988. Entonces, las cadenas y los estudios no podían pertenecer a la misma compañía. Y de aquella, muy poca gente tenía acceso a internet, que se abrió a los intereses comerciales ese año. Nadie usaba iPods, DVD o DVR. “Hay mucha más competitividad por la atención de la audiencia que hace 20 años” dice Tim Spengler publicista de NY.
Simplemente, este es un mal momento para comprobar la lealtad de los espectadores de las horas de mayor audiencia. Eso puede ser por lo que todo el mundo habla sobre la huelga con resignación. Como la primera guerra mundial que nadie quería que sucediera, pero parecía imposible detenerla.
Los guionistas están molestos porque piensan que los estudios les están despellejando vivos en cada negociación desde 1988. Pero los guionistas están también nerviosos. ¿Qué podría pasar? “Mi gran preocupación es que yendo a la huelga, estamos jugando nuestra última carta, contra un oponente mucho más poderoso”, dice Craig Mazin, un guionista que participa en “The Artful Writer”.
Algunas series pueden verse seriamente dañadas. El ultimo año, la ABC dio a Lost tres meses de hiatus en la mitad de temporada – y el parón fue castigado con un descenso severo de espectadores. ¿Qué puede hacer la huelga a las series que se basan en los fans?
Obviamente, algo que amence a las series no es bueno para los guionistas de televisión. Las cadenas y estudios lo saben, y esto es por lo que los representantes están sacando estadísticas sobre cuantos espacios de realities ha habido en los últimos años. Mensaje: Dejar de quejaros o acabaréis escribiendo para Ryan Seacrest.
Aunque pueda parecer exagerado, las cadenas están asustadas. Los ejecutivos tendrían que renegociar los precios de la publicidad y ofrecer buenos productos si su prime-time se ve afectada por la huelga.
¿Pueden prevenir todo esto? Seguro. Es possible si vuelven a lo que hicieron en 2001, cuando dieron el brazo a torcer y no tuvo lugar la huelga. Pero incluso eso tuvo consecuencias serias: al hacerse acopio de proyectos por si tenia lugar la huelga, los estudios y cadenas tuvieron que despedir muchos trabajadores, para hacer frente a los gastos.
“Para mí una huelga significa una pérdida” dice Mazin. “Por el otro lado, por algunas cosas merece la pena ponerse en huelga, incluso si supone pegarte un tiro en el pie”.
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