¿Cómo empezaste a trabajar como modelo?
Estaba trabajando en el sector de la construcción y me corté el pelo. Alguien me preguntó si quería participar en una feria de peluquería y acepté sin dudarlo. Así empezó todo. Hice de modelo en Atlanta y entonces me mudé a NY. Tenía 18 años. Entonces estaban usando hombres de verdad para los anuncios. Hoy, utilizan a chicos muy jóvenes, más andróginos, modelos, pero de aquella eran más chulos. No trabajé por un tiempo.
¿Qué ha sido lo más raro que has hecho en publicidad?
Fue una campaña de pijamas. Los pijamas tenían diferentes dibujos de animales y nos pusieron el pelo como de animal. Acabé vestido de vaca con el pelo peinado de manera que tenía un par de cuernos. Sólo salió en Europa, afortunadamente, porque así mis amigos no lo vieron. Pensaron que era bueno y que estaba teniendo éxito. Aún siguen quedándose conmigo por eso, pero eso hace que sean buenos amigos.
Es típico que los modelos quieran ser actores. ¿Eso te desanimó?
Estuvo a punto, tuve que sobreponerme a eso. Era muy difícil entrar en el mundo de la interpretación y ese estereotipo no ayudaba. Abandoné mis inteciones de ser actor tres veces pero siempre volvía a intentarlo. Es una industria muy dura. Sentía que tenía que seguir hacia delante, porque me casaría, tendría familia y no tendría nada que darles. Eso hizo que me replanteara el abandonar. Estaba a punto de empezar a trabajar en el sector inmobiliario cuando entré a formar parte de Lost.
¿Se te avalanzan las mujeres?
A veces. La más mayor tenía más de 60 años. Me abrazó fuerte, estaba encantada [risas]. Después la vi en otro par de eventos. No es que me siga es que está al día de Lost.
¿Crees que es bueno que Lost ya tenga una fecha final?
Sí y creo que dice mucho a favor de los guionistas y su compromiso con la integridad de la historia. No tiene precedentes en televisión algo así. Podría haberse convertido en algo ridículo sin fecha de finalización. Es una industria basada en las audiencias así que el que pudieran negociar la fecha del final dice mucho sobre su compromiso. Estoy seguro de que no fue fácil.
¿Qué es lo más ridículo que has tenido que hacer en Lost?
No fue ridículo, pero lo más estimulante y escalofriante fue el episodio donde estaba en la balsa que se encendió. Llevaba zapatos de seguridad y vaqueros. Se suponía que me tenían que disparar en el brazo y nadar un poco y después llevar a Michael de vuelta a la balsa. Era medianoche. Pensé que iba a ahogarme y sería cebo para los tiburones.
¿Qué te gustaría hacer después de Lost?
Quiero hacer de todo. Me gustaría aprender diferentes dialectos y hacer distintos personajes, en el plan que Johnny Deep y Daniel Day Lewis lo hacen. Respecto mucho su trabajo. Me encanta la diversidad.
Un oso polar ronda la isla de Perdidos. ¿Has sido atacado por algún animal salvaje?
No. Pensé que me atacaban, mi mujer y yo estábamos de acampada y oímos un movimiento alrededor nuestro, en el bosque, que se acercaba más y más. Corrimos al coche y encendimos las luces – estaba usando los palos de las brochetas como arma. Resultaron ser cinco mapaches. Habían rodeado la tienda de campaña. Encendimos las luces y desaparecieron.
Estaba trabajando en el sector de la construcción y me corté el pelo. Alguien me preguntó si quería participar en una feria de peluquería y acepté sin dudarlo. Así empezó todo. Hice de modelo en Atlanta y entonces me mudé a NY. Tenía 18 años. Entonces estaban usando hombres de verdad para los anuncios. Hoy, utilizan a chicos muy jóvenes, más andróginos, modelos, pero de aquella eran más chulos. No trabajé por un tiempo.
¿Qué ha sido lo más raro que has hecho en publicidad?
Fue una campaña de pijamas. Los pijamas tenían diferentes dibujos de animales y nos pusieron el pelo como de animal. Acabé vestido de vaca con el pelo peinado de manera que tenía un par de cuernos. Sólo salió en Europa, afortunadamente, porque así mis amigos no lo vieron. Pensaron que era bueno y que estaba teniendo éxito. Aún siguen quedándose conmigo por eso, pero eso hace que sean buenos amigos.
Es típico que los modelos quieran ser actores. ¿Eso te desanimó?
Estuvo a punto, tuve que sobreponerme a eso. Era muy difícil entrar en el mundo de la interpretación y ese estereotipo no ayudaba. Abandoné mis inteciones de ser actor tres veces pero siempre volvía a intentarlo. Es una industria muy dura. Sentía que tenía que seguir hacia delante, porque me casaría, tendría familia y no tendría nada que darles. Eso hizo que me replanteara el abandonar. Estaba a punto de empezar a trabajar en el sector inmobiliario cuando entré a formar parte de Lost.
¿Se te avalanzan las mujeres?
A veces. La más mayor tenía más de 60 años. Me abrazó fuerte, estaba encantada [risas]. Después la vi en otro par de eventos. No es que me siga es que está al día de Lost.
¿Crees que es bueno que Lost ya tenga una fecha final?
Sí y creo que dice mucho a favor de los guionistas y su compromiso con la integridad de la historia. No tiene precedentes en televisión algo así. Podría haberse convertido en algo ridículo sin fecha de finalización. Es una industria basada en las audiencias así que el que pudieran negociar la fecha del final dice mucho sobre su compromiso. Estoy seguro de que no fue fácil.
¿Qué es lo más ridículo que has tenido que hacer en Lost?
No fue ridículo, pero lo más estimulante y escalofriante fue el episodio donde estaba en la balsa que se encendió. Llevaba zapatos de seguridad y vaqueros. Se suponía que me tenían que disparar en el brazo y nadar un poco y después llevar a Michael de vuelta a la balsa. Era medianoche. Pensé que iba a ahogarme y sería cebo para los tiburones.
¿Qué te gustaría hacer después de Lost?
Quiero hacer de todo. Me gustaría aprender diferentes dialectos y hacer distintos personajes, en el plan que Johnny Deep y Daniel Day Lewis lo hacen. Respecto mucho su trabajo. Me encanta la diversidad.
Un oso polar ronda la isla de Perdidos. ¿Has sido atacado por algún animal salvaje?
No. Pensé que me atacaban, mi mujer y yo estábamos de acampada y oímos un movimiento alrededor nuestro, en el bosque, que se acercaba más y más. Corrimos al coche y encendimos las luces – estaba usando los palos de las brochetas como arma. Resultaron ser cinco mapaches. Habían rodeado la tienda de campaña. Encendimos las luces y desaparecieron.
Fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario